En Lanco siempre te hemos recomendado que compres los mejores aplicadores que puedas para tu proyecto de pintura, pero…¡Ay no! ¿Olvidaste limpiar tu brocha después de utilizarla y ahora está como lista para el basurero? ¡No la botes todavía! Intenta este truquito que es doblemente bueno con el ambiente ya que rescata un material que creías que ibas a botar, además de que lo haces sin utilizar químicos dañinos. Esta solución te sirve cuando hayas utilizado tu brocha para pintar con pintura al agua (látex)
Vas a necesitar: Vinagre blanco, una ollita y tu cocina…además de la brocha que quieres rescatar, ¡por supuesto!
1. Remoja la brocha en vinagre blanco por una hora por lo menos o hasta que las fibras queden flexibles. Desecha este líquido cuando haya pasado este tiempo.
2.Llena una ollita con suficiente vinagre blanco como para que puedas sumergir las fibras de la brocha.
3. Lleva la ollita con el vinagre y la brocha a hervor y deja en el fuego por un par de minutos.
4.Retira del fuego y deja enfriar.
5. Pasa los dedos por la brocha como «peinándola» para retirar todos los restos de pintura
6.Enjuaga bien
7. Depende de que tan pegada estaba la pintura, es probable que tengas que repetir los pasos 5 y 6 un par de veces.
¡Y listo! Tu brocha como nueva para tu próximo proyecto de pintura 🙂
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