Los espacios pequeños a veces “pecan” de timidez, ¿verdad que sí?
Es normal creer que porque un espacio es reducido debemos mantener los colores siempre neutros y claros, los detalles al mínimo y no resaltar nada; pero la verdad es que estos lugares, por más pequeños que sean, siempre se podrían ver beneficiados por el poder del color.
Hoy te vamos a dar ideas para que empoderes tu espacio pequeño y para que, aún en sus reducidas dimensiones, tenga los detalles que lo hagan resaltar y llamar la atención.
Aplica colores brillantes en las espaldas de estantes o dentro de nichos en la pared, aún mejor si usas diseños o texturas que aumenten el interés. También puedes recurrir a la famosa pared de acento, ¡por algo se ha convertido en un clásico!
La verdad es que si te atreves, ¡puedes usar un color intenso y brillante en todo el espacio!
Pinta la puerta o el techo con un color de contraste. Siguiendo este mismo ejemplo, en realidad puedes pintar con detalles de color lo que sea… ¡hasta los marcos de los cuadros!
Cuando selecciones tu mobiliario, escoge alguna pieza que tenga un color interesante, por ejemplo, un sillón o una mesa; inclusive algo pequeño, como una lámpara. Esto también es una excelente oportunidad para darle una segunda vida a un mueble viejito o comprado en una venta de garaje.
No te olvides de los acentos metálicos y espejos, ¡son excelentes recursos de luz y color!
Si estas ideas te parecen aún un poco atrevidas, no te preocupes, empieza poco a poco. ¿Qué te parece incorporar cojines de colores? Son económicos y los puedes cambiar de acuerdo a la temporada.
Otra forma de incorporar color es con plantas o flores y ahora más que nunca son un requisito indispensable en la decoración; solo hace falta ojear una revista de decoración y verás como en las viñetas siempre habrá plantas que le dan el toque final al diseño.