La psicología del color en los espacios infantiles

Es fascinante observar la forma en que los colores nos tranquilizan, alertan, curan, inspiran, agitan…Esto es real en los adultos, pero en el caso de los niños es mucho más importante ya que son más sensibles al impacto del color. De ahí la importancia de escoger el color adecuado para los espacios en los que habitan nuestros niños.

Ya sea que te estés preparando para recibir a tu bebé o más bien re-decorando el espacio de tu adolescente no sería mala idea apoyarte en la psicología, sabiendo como afectarán a tu hij@ la selección de colores que hagas.

Aún cuando los científicos y estudiosos del color han avanzado mucho en el conocimiento de lo que significan y representan los colores, es importante tomar en cuenta que no todos los niños son iguales, y que esta información que compartiremos a continuación es una generalidad que no necesariamente aplique a la forma de ser de tu niño, aunque es un buen punto de partida.

Veremos la psicología del color aplicada a los niños:

Colores Cálidos:

En general los colores cálidos provocan sentimientos de alegría y confort, y crean un ambiente más intimo en espacios grandes y abiertos. Evita usarlos en grandes cantidades y en tonos muy puros e intensos en los dormitorios ya que aunque son beneficiosos para la actividad durante el día podrían ser un problema a la hora de dormir y relajarse.

Rojo: El rojo tiene la habilidad de energizar el cuerpo y activar la mente, aumentando el ritmo cardíaco y la respiración, sin embargo algunos estudios sugieren que este color fomenta la agresividad y no es bueno para la concentración. Por lo tanto toma nota de que el rojo es un buen color de acento, pero que debemos evitarlo en los dormitorios de niños inquietos.

Naranja: Aunque este color no es uno de los favoritos, definitivamente tiene mucho que ofrecer, ya que favorece la confianza y la independencia. Su naturaleza cálida tiene muchos beneficios sociales, ya que hace que los niños se sientan a gusto entre sus amigos, inspirando la comunicación y la colaboración. Si te gusta este color pero no quieres usarlo en su forma más pura recuerda que en sus gamas también se encuentran tonos cremosos y muy fáciles de combinar como el melocotón o el coral.

Amarillo: La mayoría de las personas asociamos el amarillo con sentimientos de felicidad y alegría. Los estudios sugieren que este color es motivante y que mientras los tonos bajos de este color ayudan a la concentración lo tonos más intensos estimulan la memoria. Procura no utilizar grandes cantidades de amarillo ya que podría crear sentimientos de agitación y enojo.

Rosado: Aunque está definitivamente relacionado con espacios para niñas, el rosado es un color que tiene efectos tranquilizantes para ambos sexos. Es un color que es un poco «empalagoso» así que si te gustaría usarlo combínalo con acentos en tonos neutros.

Colores Fríos:

Los colores fríos en general tienen un efecto relajante en el organismo y hacen que los espacios se sientan más abiertos y espaciosos. Habiendo dicho esto es importante crear un balance con algunos neutros cálidos ya que si se utilizan demasiado se podría crear la sensación de un espacio estéril y rígido.

Verde: Este color tiene un efecto tranquilizante y es abundante en la naturaleza, por lo que se puede usar libremente. Los científicos han encontrado evidencia de que este color también ayuda a la comprensión y velocidad en la lectura. (En este estudio los científicos pusieron una lámina verde traslúcida sobre un texto)

Azul: El azul baja los niveles de ansiedad y agresión y baja el ritmo cardíaco y respiratorio para una menor agitación. Es un color ideal para niñ@s propensos a berrinches y con problemas de conducta. Muy recomendado en climas cálidos y húmedos ya que da una sensación de frescura.

Púrpura: Es el color de la creatividad, sabiduría y la espiritualidad. Es un color ideal para inspirar la sensibilidad y la compasión en los niños, pero si tu hij@ tiene una personalidad especialmente sensible trata de mantener este color únicamente como un acento.

Y ahora ¡manos a la obra! ya tienes una herramienta más para elegir el color perfecto para tu tesoro. Un último consejo: siempre que sea posible consulta a tu hijo sobre la elección de colores en su dormitorio ya que la reacción personal que tendrá tu hijo hacia el color que elijas es lo más importante para que el resultado final sea del agrado de todos.