Pinta como profesional: paso a paso

En todos los años que me he dedicado a la pintura, nunca me he dejado de sorprender su poder transformador. Una sola capa de pintura refresca, decora y mejora un espacio con poco esfuerzo y poca inversión, y hoy te vamos a dar el paso a paso ¡para que siempre te salga bien!

Antes de empezar:

Hoy en este post, me voy a dedicar más a explicar el proceso una vez que hayas elegido el color que quieres usar; aunque si aún no tienes es paso decidido,  date una vuelta por este blog y seguro que vas a encontrar la inspiración que necesitas.

Antes de pintar:

Alista tus herramientas. Además de la pintura, esta es mi lista de utensilios que no me pueden faltar cuando voy a pintar:

  • Masilla Acrílica Lanco para cubrir pequeños hoyitos e imperfecciones
  • Rodillo, brochas de buena calidad (me encantan las que tienen un ángulo, son excelentes para recortar), extensión para el rodillo y bandeja
  • Masking Tape especial para pintores
  • Bolsas plásticas para guardar mis herramientas cuando no estoy trabajando
  • Tela para proteger superficies. Yo prefiero la tela que el plástico porque éste es bastante resbaloso y se rompe fácilmente.

Tip extra: En nuestra aplicación Color Expresion by Lanco puedes encontrar una calculadora de pintura para que sepas exactamente cuánta tienes que comprar.

¡Empecemos!:

Prepara tu pared: por más que tengas muchas ganas de ver ese nuevo color aplicado, primero hay que alistar la superficie. Empieza por limpiar el polvo con un trapo húmedo, levanta cualquier cosa pegajosa como calcamonías o residuos de comida; y si tienes grasa o aceite asegúrate de desengrasar con un limpiador especial y una esponja verde. Si tienes hongos, debes eliminarlos con una solución de agua tibia y cloro.

Luego de cumplir estos pasos, usa la Masilla Acrílica de Lanco para reparar grietas y pequeños hoyitos que puedas tener en la pared. Deja secar y lija suavemente para nivelar. No olvides limpiar el polvo siempre antes de pintar.

Ahora sí, ¡ya casi empezamos!

Retira todos los muebles y accesorios que puedas de la habitación. Coloca masking tape para pintores sobre los rodapiés y todas aquellas superficies que no quieres pintar, igualmente debes proteger el piso y muebles que queden en el espacio con una tela gruesa.

¡Ya puedes abrir la lata de pintura y empezar a pintar!

Yo generalmente utilizo la brocha con ángulo para recortar alrededor de puertas, ventanas, rodapiés y el techo o cielo raso. La mejor forma de recortar es cargar la brocha, ponerla en la pared hacer un movimiento hacia abajo y luego seguir perpendicularmente a la orilla con mano firme en línea recta.

Y ahora la parte más satisfactoria: ¡es tiempo de pasar el rodillo!

Asegúrate de cargarlo uniformemente, usando la parte texturizada de la bandeja. También procura que no haya excesos que vayan a chorrear o pringar.

Cuando lo apliques en la pared, revisa que la cobertura sea pareja, y haz movimientos hacia la derecha y la izquierda para que no queden marcas.

Dependiendo del color o el color que tengas como base, es posible que necesites una segunda mano, pero deja que se seque la primera antes de seguir. Si vas a pintar con un color muy claro sobre un color muy oscuro, te recomiendo que primero apliques una base como Bloqueador de Manchas de Lanco.

Los colores mas transparentes o más puros seguro van a necesitar una mano extra, para que lo tomes en cuenta. Entre esos colores puedes encontrar los rojos, amarillos, cafés y negros. Tómate tu tiempo y disfrútalo.

En un par de horas ya podrás re-acomodar tu espacio y disfrutar de tu trabajo bien hecho.

¡Estoy segura de que pronto vas a querer seguir con otro espacio más!