Con Sello de Calidad: Cómo aplicar selladores y silicones como un profesional

Si alguna vez has admirado el acabado impecable de un lavamanos o un salpicadero de cocina, es muy probable que hayan usado selladores o silicones para lograr el producto final. Estos humildes tubos quizá no sean los protagonistas del diseño de interiores, pero sí son héroes discretos que proporcionan protección contra la humedad y filtraciones, además de  crear acabados pulidos y resultados duraderos.

¿Que son?

Los silicones y selladores son flexibles e impermeables y se utilizan para sellar zonas con alta humedad, como baños, cocinas y lavaderos, o para cerrar juntas en ventanería o molduras. Se adhieren bien a superficies no porosas como vidrio, metal y cerámica y generalmente vienen en un tubo para ser aplicados con boquilla.

¿Para qué y cómo se usan?

Ya sea que estés renovando tu baño, instalando molduras nuevas o quitando imperfecciones en tus paredes, dominar la aplicación de selladores y silicones es una habilidad esencial que te ayudará a lograr líneas suaves y profesionales en todo momento. Repasemos los aspectos esenciales para conseguir ese acabado liso:

Estas son las herramientas que vas a necesitar para lograr una aplicación perfecta:

-Pistola de calafateo, si no las conoces es una herramienta que se ve así:

 

Por cultura general también te adjunto la descripción de esta palabra, que debo admitir, hasta hoy conozco: El calafateo es el proceso de sellar o rellenar las juntas, grietas o fisuras para evitar la entrada de agua, aire, polvo u otros elementos.

-El sellador Lanco elegido. Si tienes dudas de cuál de todos los productos disponibles (¡porque son muchos y muy variados!) es el ideal para tu necesidad, no dudes en consultar al experto Lanco en el punto de venta.

Conoce aquí la gran variedad de masillas, selladores y silicones Lanco: https://www.lancopaints.com/america-central/es/products/selladores-masillas/#products

-Masking Tape para pintores (el que es azul o verde)

-Cuchilla multiusos

-Trapos limpios o toallas de papel

-Limpiador suave o alcohol isopropílico (para limpiar superficies)

-Recipiente pequeño con agua jabonosa (o una herramienta de sellador para alisar)

Paso a paso: Cómo aplicar el silicón o sellador:

1. Prepara tu superficie:

Elimina cualquier resto de sellador viejo con una cuchilla multiusos. Limpia bien la superficie; ya que la suciedad, el polvo o la humedad impedirán una correcta adhesión.

2. Un paso esencial:

Si desea líneas ultra rectas (¿y quién no?), coloca cinta de pintor a lo largo de ambos lados de las juntas que vas a sellar. Esto es especialmente útil para áreas visibles como juntas de azulejos o sobres (encimeras).

3. Corta la boquilla en ángulo:

Usa una cuchilla multiusos para cortar la punta del tubo en un ángulo de 45°. El tamaño de la abertura debe coincidir con el ancho del espacio. Comienza con un tamaño pequeño; siempre se puede cortar un poco más si es necesario.

4. Cargar la pistola de calafateo:

Inserta el tubo y presiona el gatillo varias veces hasta que el producto comience a salir suavemente.

5. Aplica presión constante
Mueve la pistola de manera constante a lo largo de la junta, aplicando presión uniforme para crear un cordón suave y continuo. No te apures; la lentitud y la constancia son claves.

6. Alisa:
Sumerge el dedo o una herramienta especial en agua jabonosa y alisa suavemente el cordón, presionándolo en el espacio y retirando el exceso. Esto le dará un aspecto limpio y acabado.

7. Retira la cinta adhesiva antes de que seque
Retira la cinta adhesiva mientras el sellador aún esté húmedo para evitar que se levante material seco.

8. Deja que se seque
Consulta las instrucciones del producto para conocer el tiempo de curado; la mayoría de las siliconas tardan 24 horas en curar por completo. ¡No la toques mientras se seca!

Tip extra: No dejes que el sellador se robe el protagonismo
En zonas visibles como salpicaderos o molduras de ventanas, elige un color que se integre con las superficies. Muchos selladores ahora vienen en tonos como transparente, blanco, almendra e incluso negro, para que no tengas que sacrificar estilo por funcionalidad.

Por otro lado, las masillas (generalmente de poliuretano o acrílico) casi siempre vienen en un pote (no en un tubo), se aplican con espátula o leneta y pueden ser usadas como revestimiento, o para hacer reparaciones. Son muy fáciles de limpiar, lijar  y pintar, lo que lo hace perfecto para sellar huecos en zócalos, molduras, molduras de corona y ventanas.

Aplicar selladores y masillas puede parecer una tarea sencilla, pero puede marcar una gran diferencia en la apariencia y durabilidad de tu espacio. Con un poco de práctica y el enfoque adecuado, sellarás tus superficies con confianza y mantendrás a raya la humedad, el polvo y las corrientes de aire con estilo.